martes, 12 de enero de 2010

YOGA Y PROBLEMAS MENSTRUALES



La adolescencia es el periodo de desarrollo durante el que se da la transición de la infancia a la madurez. En él se producen importantes cambios físicos y psicológicos.
Los ovarios, principales órganos reproductores de la mujer están situados a cada lado del útero y empiezan a funcionar produciendo óvulos, o células de reproducción femeninas.
Cuando el óvulo no es fecundado, no necesita sangre para nutrirse, la membrana inflada y el exceso de sangre son desechados del útero por la vagina en forma de sangrado. Este sangrado se produce una vez al mes y es la menstruación.
La menstruación es pues un fenómeno puramente fisiológico que prepara el cuerpo femenino para la reproducción, una función biológica.
Menstruar sin problemas depende del buen funcionamiento de los ovarios, que a su vez depende del buen funcionamiento de la hipófisis. Un ritmo o un ciclo regular en los ovarios también depende del hipotálamo que está estrechamente relacionado con la hipófisis.
Las asanas de yoga y el pranayama son de gran ayuda durante la pubertad cuando el cuerpo de la niña se transforma en el de una mujer. Las posturas invertidas y las extensiones hacia atrás estimulan útilmente la hipófisis. Las extensiones hacia delante son igualmente eficaces ya que aportan sangre nueva a la zona pélvica y a los órganos reproductores y sexuales. Las asanas de pie son un tesoro para un buen desarrollo del sistema esquelético y para mejorar la forma del cuerpo.
Practicar yoga a esta edad infunde valor para convertirse en una mujer sin problemas psicológicos. Ayuda a apaciguar y a frenar los impulsos y las emociones ; esto equilibra la mente. La joven domina miedo y nerviosismo y aprende a afrontar con confianza los cambios que afectan su vida y su entorno.

Problemas menstruales:
La práctica del yoga y de pranayama puede aliviar y corregir defectos o un mal funcionamiento de los órganos. Produce un buen equilibrio en las glándulas endocrinas, que son estimuladas para funcionar de manera eficaz.. Fortifica los músculos del útero. Las asanas ayudan a relajarse y a descansar. Aseguran un flujo menstrual normal.
Además, se reducen las tensiones y las presiones psicológicas a través de la práctica de asanas y de pranayama, cambiando de una actitud mental negativa a una actitud positiva.
Síntomas como la tendencia a la fatiga, el insomnio, cambios de humor, sensibilidad o ligera hinchazón de los pechos, son debidos a la actividad hormonal pre-menstrual y se pueden considerar “normales”.
Los ciclos menstruales han de producirse dentro de intervalos regulares.
Los principales problemas referentes a la menstruación que se pueden dar, son:
1- AMENORREA: ausencia de menstruación. Si este problema se da durante más de de seis meses, se ha de enfatizar en la práctica de invertidas con variantes y extensiones hacia atrás ya que estimulan la pituitaria y los ovarios.
2- DISMENORREA: menstruación difícil y dolorosa. A menudo se sienten calambres durante la menstruación. En este caso, para evitar este problema, se ha de ajustar la práctica 4 días antes de que comience. Es conveniente enfatizar en la práctica de sirsasana y sarvangasana antes de la menstruación. Y cuando se haya acabado, volver a practicar estas dos posturas con algunas variantes para re-establecer el equilibrio hormonal.


Durante la regla, se han de evitar las posturas invertidas. Utthita hasta padangustasana, , supta padangustasana, baddha konasana, y upavishta konasana ayudan a liviar los dolores menstruales. Para tonificar los músculos del abdomen se pueden hacer parivrtta trikonasana, parivrtta parsvakonasana y virabhadrasana 1 en los días después de la regla. En cambio, si se practica parivrtta trikonasana, parivrtta parsvakonasana y virabhadrasana 1 durante los días pre-menstruales, se tensará el abdomen y luego habrá dolor durante la regla. Si se hacen estas posturas los días después de la regla, el vientre está más relajado y se puede trabajar mejor la rotación adecuada del abdomen para incorporarla y aplicarla en otros momentos del ciclo en los que el vientre está más duro.
3- MENORRAGIA: menstruaciones anormalmente prolongadas. Las que suelen sangrar abundantemente, han de enfatizar en la práctica de posturas de pie antes de la regla: Utthita trikonasana, utthita parsvakonasana y ardha chandrasana, utilizando un ladrillo para apoyarse y hacer girar bien el abdomen hacia arriba. En virabhadrasana 2 se ha de girar también el abdomen. Se puede utilizar la pared para hacer la postura (espalda contra la pared). Cuanto más se abre el pecho y la región pélvica, más libertad se obtiene.
4- METRORRAGIA: hemorragias uterina diferente a la menstruación. (sangrados entre reglas).
 Referente a la menorragia y metrorragia, se ha de enfatizar en las posturas supinas durante la menstruación más que en las extensiones hacia delante ya que las primeras ayudarán a equilibrar el flujo menstrual. Añadid viparita dandasana y setu bandha sarvangasana con soportes. La práctica regular de invertidas fuera de los días de regla ayuda a controlar esta situación.
 Para situaciones de sangrados fuertes o a destiempo, se ha de comprobar durante la práctica que el útero retrocede hacia el interior. Para ello, durante la práctica de sirsasana y sarvangasana, las piernas se han de separar del modo en que se hace en upavishta konasana o en baddha konasana.. incluso en halasana o en setu bandha sarvangasana las piernas se han de separar. Muchísimo énfasis en supta konasana, baddha konasana, upavishta konasana, supta padangustasana 2, utthita hasta padangustasana 2, y en prasarita padottanasana es esencial. Después de efectuar esta separación de piernas, se ha de volver a colocar los pies juntos con las acciones correspondientes: utthistha, Pascimottanasana, viparita dandasana, sirsasana, sarvangasana, halasana, y setu bandha sarvangasana con el bloque o mantas enrolladas entre las piernas. Después de haber separado las piernas, cuando éstas se vuelven a juntar atadas, el útero y la vagina retroceden dentro del tronco. Si esta manera de practicar se cambia, primero pies y piernas juntas y luego separadas, se estimulan los ovarios y se potencia que el flujo menstrual salga, lo cual es necesario en caso de amenorrea.

 Cuando se sangra durante más de 12-15 días, sí se pueden hacer invertidas después del 12º día, a modo terapéutico para parar el sangrado y continuar la práctica de invertidas a partir del 12º día durante los 3-6 meses siguientes.
5- HIPOMENORREA: pérdidas insuficientes. La menstruación se da durante 1 día, o 3ó 4, pero en muy poca cantidad. Esto crea una sensación de insatisfacción. Las extensiones hacia delante ayudan en este caso. Por ejemplo, malasana y kurmasana. Durante todo el resto del mes, se ha de practicar posturas de pie, extensiones hacia atrás, torsiones e invertidas ya que la menstruación es el resultado de la práctica codiiana.
6- LEUCORREA: pérdidas excesivas de flujo. Suele provocar cansancio e irritabilidad. Se recomiendan las posturas supinas, especialmente supta baddha konasana y supta padangustasana 2. hay que evitar que se tense el abdomen en las posturas de pie. El abdomen se ha de llevar hacia la columna vertebral y se ha de corregir también la posición del útero. Las invertidas son de gran ayuda también.
7- TENSIÓN PRE-MENSTRUAL: la causa principal suele ser una tensión de origen nervioso que puede provocar migrañas, tensión nerviosa, pechos hinchados, temblores, irritabilidad, pesadez en la región pélvica, o inflamación. Si se sufre de migrañas antes o durante la menstruación se ha de evitar virabhadrasana 3 los día antes de la regla. Esta asana se puede hacer otros días del ciclo. De hecho, si se hace con un soporte para el abdomen, ayuda a relajarlo, al contrario de si se hace sin soporte, que provoca contracción.

 Cabe reseñar que los primeros 15 días después de la menstruación el cuerpo funciona muy bien. Coopera. Pero los siguientes 15 días deja de cooperar tanto, así qu tú eres la que tiene que cooperar con él. Si te sientes cansada, enfadada, pesada y floja has de enfatizar en los ajustes en las posturas durante tu práctica pues la práctica de la primera quincena ayuda a la de la segunda quincena, y ésta ayuda a la menstruación.. una práctica adecuada durante la regla ayuda durante el mes siguiente. Así que la cuestión no es hacer más o menos sino hacer lo correcto, entender la práctica y ajustarla para hacer frente a los cambios. Una práctica equilibrada es la clave para una buena salud.

Apuntes de Geeta Iyengar: "Yoga, a gem for women" y "The practice for the hole month".