SÂDHANAPÂDAH II
1 La práctica del Yoga debe reducir las impurezas, tanto físicas como mentales. Debe desarrollar nuestra capacidad de examinarnos a nosotros mismos y debe ayudarnos a comprender que, al fin y al cabo, no somos los dueños de todo lo que hacemos.
2 Entonces estas prácticas eliminarán sin duda los obstáculos que impiden la claridad de percepción.
3 Los obstáculos son las comprensiones defectuosas, la confusión de valores, el exceso de apego, las aversiones irracionales y el sentimiento de inseguridad.
4 La comprensión defectuosa es la fuente de todos los demás obstáculos, que no aparecen necesariamente al mismo tiempo y cuyo impacto es variable. A veces son oscuros y apenas discernibles, a veces visibles y dominantes.
5 La comprensión defectuosa conduce a errores de comprensión de las características, origen y efectos de los objetos percibidos.
6 La falsa identificación se establece cuando consideramos la actividad mental como la verdadera fuente de la percepción.
7 El apego excesivo está basado en la convicción de que contribuirá a la felicidad eterna.
8 Las aversiones irracionales suelen ser el resultado de experiencias penosas sufridas en el pasado, ligadas a situaciones y objetos concretos.
9 La inseguridad es el sentimiento innato de ansiedad ante el futuro. Afecta tanto a ignorantes como a sabios.
10 Cuando los obstáculos parecen no estar presentes, es importante mostrarse vigilante.
11 Avanzar hacia un estado de reflexión para reducir su impacto e impedirles recobrar la fuerza.
12 Los obstáculos influyen en nuestras acciones y sus consecuencias. Dichas consecuencias pueden ser o no evidentes en el momento de la acción.
13 Mientras prevalecen los obstáculos, todos los aspectos de la acción se afectan: su ejecución, su duración y sus consecuencias.
14 Las consecuencias de una acción serán dolorosas o beneficiosas según si los obstáculos estaban o no presentes en el planteamiento o realización de dicha acción.
15 Los efectos dolorosos de todo objeto o situación pueden provenir de uno o varios de los factores siguientes: cambios en el objeto percibido, deseo de repetir experiencias agradables y poderoso efecto del condicionamiento pasado. Por otra parte, pueden influir cambios que se produzcan en el propio individuo.
16 Los efectos dolorosos que pueden producirse deben ser previstos y evitados.
17 La causa de las acciones que producen efectos dolorosos es la incapacidad para distinguir lo que es percibido de lo que percibe.
18 Todo lo que es percibido abarca no sólo los objetos externos, sino también la mente y los sentidos. Comparten tres cualidades: pesadez, actividad y claridad. Ejercen dos tipos de efectos: exponer a "lo que percibe" a sus influencias o procurar lo medios para hacer la distinción entre ellos y "lo que percibe".
19 Todo lo que es percibido está relacionado porque comparte las tres cualidades.
20 Lo que se percibe no está sometido a ninguna variación, pero percibe siempre por medio de la mente.
21 Todo lo perceptible sólo tiene una finalidad: ser percibido.
22 La existencia y la apariencia de todos los objetos de percepción son independientes de las necesidades de un "lo que percibe" en concreto. Existen sin referencia individual para poder atender a las diversas necesidades de otros individuos.
23 Todo lo que es percibido, sea lo que sea y sea cual sea su efecto sobre un individuo dado, no tiene, en definitiva, más que una finalidad: clarificar la distinción entre el mundo exterior que es visto y el mundo interior que ve.
24 La falta de claridad en la distinción entre lo que percibe y lo que es percibido se debe al cúmulo de comprensión defectuosa.
25 Cuando la comprensión defectuosa se reduce, la claridad aumenta proporcionalmente. Esta es la vía hacia la libertad.
26 Los medios deben ser dirigidos esencialmente hacia el desarrollo de la claridad, para que se convierta en evidente la diferencia entre las cualidades cambiantes de lo que es percibido y la inmutable cualidad de lo que se percibe.
27 La obtención de la claridad es un proceso gradual.
28 La práctica y la indagación sobre los diversos aspectos del Yoga reducen gradualmente los obstáculos como la comprensión defectuosa. Entonces la luz de la percepción aparece y la distinción entre lo que percibe y lo que es percibido se hace más evidente. Ahora todo puede ser comprendido sin error.
29 La práctica del Yoga comprende:
Yama (nuestras actitudes respecto a lo que nos rodea), Niyama( nuestras actitudes hacia nosotros mismos.), Âsana (la práctica de ejercicios físicos),Prânâyâma (la práctica de ejercicios respiratorios), Pratyâhâra (la sujeción de los sentidos), Dhâranâ (la capacidad de dirigir la mente), Dhyâna (la capacidad de desarrollar interacciones con lo que intentamos comprender),Samâdhi (la integración completa con el objeto de nuestra comprensión).
Yama
30 Yama. Consideración hacia todos los seres vivos, en particular hacia los inocentes, los que están en apuros o en una situación peor que la nuestra. Comunicación adecuada por medio del lenguaje, escritos, gestos y acciones. Abandono de la codicia o capacidad de resistir al deseo de lo que no nos pertenece. Moderación en todos nuestros actos. Abandono de la avaricia o capacidad de aceptar sólo lo apropiado.
31 Cuando la adopción de estas actitudes frente al mundo que nos rodea ya no es un mero compromiso, sea cual sea la situación social, cultural, intelectual e individual, es que se acerca a la irreversibilidad.
Niyama
32 Niyama. Limpieza, es decir, mantener limpio y aseado nuestro cuerpo y nuestro entorno. Contentamiento o facultad de sentirse a gusto con lo que se posee y lo que no se posee. Eliminación de las impurezas que hay en nuestro organismo físico y mental por la práctica de hábitos correctos de sueño, ejercicio, nutrición, trabajo y relajación. Estudio y necesidad de revisar y evaluar nuestros progresos. Veneración de una inteligencia superior o aceptación de nuestros límites frente a Dios, el Omnisciente.
33 Cuando estas actitudes son cuestionadas, puede ser útil la reflexión sobre las posibles consecuencias de otras actitudes alternativas.
34 Por ejemplo, un deseo súbito de actuar con rudeza, de apoyar o aprobar acciones duras, puede ser frenado reflexionando sobre sus consecuencias nocivas. Actos de este tipo provienen, a menudo, de instintos inferiores como la cólera, la posesividad o un juicio deficiente. Sea cual sea la importancia de estas acciones, la reflexión en una atmósfera favorable puede frenar nuestros deseos de actuar de esta manera.
35 A más considerado se es, más se estimulan sentimientos amigables en todos aquellos que se encuentran en nuestra presencia.
36 Quien muestra un fino sentido de la comunicación no errará en sus actos.
37 Quien es digno de confianza, porque no codicia lo que pertenece a otros, tiene naturalmente la confianza de todos, que lo comparten todo con él, por muy preciosa que sea la cosa a compartir.
38 A su más alto nivel, la moderación produce la más alta vitalidad individual.
39 Quien no es avaricioso está seguro. Tiene tiempo de entregarse a la reflexión profunda. Su comprensión de sí mismo es completa.
40 La limpieza, al desarrollarse, señala lo que debe ser constantemente cuidado y lo que es eternamente limpio. Lo que se deteriora es exterior. Lo que no se deteriora está, profundamente en nuestro interior.
41 Además llegamos a ser capaces de reflexionar sobre la muy profunda naturaleza de nuestra propia individualidad, incluyendo la fuente de la percepción, sin sufrir la distracción de los sentidos y libres de la comprensión defectuosa acumulada en el pasado.
42 El resultado del contentamiento es la felicidad completa.
43 La eliminación de las impurezas permite un funcionamiento más eficaz del cuerpo.
44 El estudio, llevado a su más alto grado, nos acerca a fuerzas superiores que ayudan a comprender lo más complejo.
45 Venerar a Dios proporciona la capacidad de comprender completamente cualquier objeto que se elija.
Asana
46 Âsana y prânâyâma La âsana debe tener una doble cualidad: la atención y la relajación
47 Estas cualidades pueden ser obtenidas reconociendo y observando las reacciones del cuerpo y de la respiración a las diferentes posturas que constituyen la práctica de âsana. Una vez conocidas, estas reacciones pueden ser dominadas paso a paso.
48 Si estos principios se siguen correctamente, la práctica de âsana ayudará al practicante a soportar, e incluso minimizar, el efecto de las influencias exteriores sobre el cuerpo: la edad, el clima, la alimentación y el trabajo.
49 El prânàyâma es la regulación consciente y deliberada de la respiración, que reemplaza las formas inconscientes de respiración. Sólo es posible si se tiene un cierto dominio de la práctica de âsana.
50 Comprende la regulación de la expiración, de la inspiración y de la supresión de la respiración. La regulación de estas tres fases se realiza modulando su duración y manteniendo esta modulación durante un cierto tiempo. La mente debe centrarse en este proceso. Los componentes de la respiración deben ser, a la vez, largos y uniformes.
51 Entonces la respiración trasciende el plano de la conciencia.
52 La practica regular de prânâyâma reduce los obstáculos que inhiben la clara percepción.
53 La mente está preparada ahora para ser dirigida hacia un objeto elegido.
54 La sujección de los sentidos se produce cuando la mente es capaz de permanecer en la dirección elegida y los sentidos, que se desvían de los diversos objetos del entorno, siguen fielmente la orientación de la mente.
55 Entonces los sentidos son dominados.